lunes, 2 de marzo de 2009

El Manantial. León Tolstoi. Autor.

Entre espadañas, mirtos , romeros,
en calurosa tarde estival,
hicieron alto los tres viajeros
ante las aguas del manantial.

Robles gigantes le daban sombra,
césped florido formaba alfombra
junto al venero murmurador,
y el agua clara, corriendo pura,
prestaba al campo dulce frescura,
hojas al árbol, vida a la flor.

Su sed calmaron los caminantes,
y a los fulgores agonizantes
de la serena tarde estival,
escrita vieron esta sentencia:
"Procura siempre que tu existencia
sea como el agua del manantial."

-No es mal consejo - dijo el más mozo -,
y al comprenderlo, siento que el gozo
llama a las puertas del corazón;
como el arroyo se trueca en río,
correr el hombre debe, y con brío
hacerse grande por la ambición.

-Es buen consejo - dijo pausado
otro viajero grave y honrado -:
hay que ser puros para vencer;
como las fuentes son las criaturas,
y almas y linfas han de ser puras
si cual espejos han de esplender.

-¡Noble enseñansa! ¡Sabio consejo!
- dijo el viajero caduco y viejo -;
la sed templemos, y, en odio al mal,
el bien hagamos con ansia inmensa
sin esperanzas de recompensas...
¡Como las aguas del manantial!

* * * * *

1 comentario:

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Tolstoi de Guerra y Paz. has escogido muy bien...un abrazo de azpeitia