Te quiero...
¿Quién inventó la mágica palabra
que tiene aromas y sabor de besos?
Mi corazón se ha puesto de rodillas
para decir: ¡Te quiero!
Desde que vivo en ti, con el asombro
del que arribara al clima de un lucero,
ante todo reclamo de la vida
mi corazón se ha vuelto sordo y ciego;
¿he muerto para el mundo de los hombres;
para el afán de mis anhelos viejos,
para la fiebre azul de la aventura,
y para el triunfo musical del verso!
¿Déjame repetirte que te quiero!
Te quiero por la dicha que me diste,
por el dolor que me dejaste luego,
por que hiciste ilusión las realidades
y convertiste en realidad los sueños...
Acaso tú sabrás por qué te quiero...
¡Yo no soy nada más que un corazón...
arrodillado frente a tu recuerdo!
** ** ** ** ** ** ** ** ** **
domingo, 21 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario